La boda de Eva y Manuel fue sencilla e íntima pero a la vez estuvo rodeada de un aura mágica muy especial. Una boda en Galicia celebrada en un histórico Pazo que te cautivará al ver cada una de las preciosas imágenes del fotógrafo Óscar Companioni. Y una novia enamorada de un maravilloso vestido de la firma Marco&María que la boutique Bride&Guest de Santiago de Compostela consiguió traer para ella desde Tenerife.
Nuestra pequeña historia de amor
Los protagonistas de la boda de hoy son Eva y Manuel. Ella, una arquitecta que adora la moda y a la que le apasionan los festivales de música y las series de tv, y él, un empresario al que le encantan el hockey y el golf y que supo sorprender a su futura mujer al pedirle que se casara con él.
Eva nos lo cuenta emocionada:
Mi novio me sorprendió con un anillo maravilloso y minimalista de la firma Sansoeurs, porque nunca suelo llevar joyas, excepto varios anillos de esa misma firma creada por una amiga mía. Lo curioso es que justo unos meses antes había acompañado a una amiga a una feria de boda en la que por casualidad descubrí en el stand de la boutique Bride&Guest de Santiago de Compostela dos vestidos espectaculares de la firma tinerfeña Marco&María (Descubre aquí su nueva colección 2019) de los que me quedé completamente enamorada, y muy en especial de uno (quién le iba a decir a Eva que aquello era una especie de premonición o tal vez, y por qué no, el destino).

La novia
Pues sí, el destino hizo que Eva no se lo pensara dos veces a la hora de elegir su vestido de novia y en seguida llamó a Raquel de Bride&Guest (Santiago de Compostela) para concertar una cita. Cuando le enseñó a Raquel el vestido que tanto le había gustado resultó que precisamente ese no estaba disponible en la boutique. Eva se probó otros que también le gustaron y cuando ya casi se había decidido sucedió algo:
No lo pensé, llamé a Raquel y concerté una cita en su tienda. Al llegar le enseñé el vestido y me dijo que no lo tenían, así que miré algún otro de Marco&María y me decidí por uno, sin sacarme de la cabeza mi elección cibernética. Raquel me llamó días después diciéndome que iba a intentar traerme el vestido que habían fabricado para el desfile. Dicho y hecho, lo probé y me decidí ese mismo día, con la ayuda de Raquel, mi madre y mi hermana.
No creo que haya un vestido que me defina mejor: sabía desde un principio que no quería ser una novia encorsetada y disfrazada, así que opté por ir en mi estilo. Me gusta vestir muy sencilla pero tengo un estilo muy propio y desde siempre me han encantado los vestidos de líneas sencillas pero llenos de detalle como este, realizado todo en plumeti, de manga larga y cuello alto. el detalle de la pedrería y las piezas simulando hojas o plumas, me enamoró.


Como complementos Eva llevó unas sandalias de terciopelo rosa y un tocado en tonos plata. Ella misma nos cuenta cómo fue la elección:
Los complementos los decidí a última hora, había comprado unas sandalias en tono plata que no me convencían mucho por la evidencia de combinar todo en esos tonos, y días antes de la boda descubrí en Intropia unas sandalias de terciopelo rosa atadas al tobillo y ni me lo pensé.
Para el pelo opté por no llevar velo y contacté con Alicia, fundadora de la firma Alial Millinery. Hicimos una prueba dos semanas antes de la boda, me envió un par de pruebas y listo. Captó la idea desde el primer instante: diseñó dos piezas en tonos plata, llenas de hojas y estrellas que rompían un poco con el vestido pero que a la vez lo resaltaban.
Para el maquillaje Eva optó por un tono similar al de su piel, muy blanca todo el año, ojos nude y labios granates (casi negros):
A pesar de que nunca, y digo nunca, me pinto los labios de color, me encantó la idea de añadir ese toque algo gótico a un vestido tan ligero y femenino.
La encargada de peinar y maquillar a la novia fue Silvia Candame.

El novio
Manuel por su parte eligó un traje de chaqueta clásico con chaleco todo en tono azul marino que complementó con una corbata en el mismo tono, camisa blanca con gemelos y pañuelo en la solapa. Todo de la firma Hugo Boss.
Los gemelos fueron un regalo sorpresa de Eva:
Como detalle y sin saber para nada su elección, no me dejó ir ni una sola vez con él, encargué unos gemelos de la misma firma con los que le sorprendí el día de la boda, se los dejé a mi suegro y él se los entregó en el momento de vestirse.
Lugar de celebración del banquete
El banquete se celebró en el histórico Pazo de San Tirso. Eva nos cuenta por qué lo eligieron:
Sobre el sitio, pese a que no teníamos mucha idea ni nada visto, sabíamos que no queríamos la típica finca de bodas con un salón de banquetes al uso; me refiero a que en Galicia existen multitud de Pazos espectaculares, con una arquitectura que asusta, pero aunque la celebración suele realizarse en el entorno del mismo, llegado el momento del banquete te trasladan a una carpa o salón independiente y eso es algo que nunca nos ha gustado.
El novio conocía este sitio porque se había casado un conocido y nos habían hablado maravillas, así fuimos a verlo. Era el espacio perfecto para nosotros, casarte dentro de un Pazo disfrutando de toda su historia entre mucho musgo, verde y flores, con un aura especial y la luz melancólica que desprende fue perfecto.
El catering fue servido por Boketé.


Flores y decoración
Tanto del ramo de la novia como del resto de la decoración floral se encargó la floristería Verdelar. El ramo de Eva era muy sencillo, en él se entremezclaban flores de astilbe y ramas de eucalipto y se decoró con un lazo de terciopelo azul. Para la decoración del Pazo utilizaron muchas velas, algo de verde y jarrones mínimal que combinaban diferentes tipos de flores.

Fotógrafo
Como ya te comentamos, el fotógrafo de la boda de Eva y Manuel fue Óscar Companioni que consiguió trasladar en sus imágenes no sólo lo especial que resultaba para los novios ese día sino también esa magia que destilaba el lugar elegido para la boda.

Música y otros detalles
De la música de la ceremonia religiosa y del cocktail se encargó el Grupo de Cámara Minuetto. Para la música de entrada a los salones y la del baile los novios eligieron a Mas Music:
La música de la ceremonia religiosa corrió a cargo del Grupo de Cámara Minuetto, con un trío de cuerda sin soprano a excepción de una versión del Hallelujah de Jeff Buckley (una de mis canciones favoritas desde niña y con la que siempre dije que me casaría) que hizo la prima del novio.
El Grupo de Cámara Minuetto también se encargó de poner música durante el cocktail haciendo versiones de los grandes clásicos y de grupos rock (Led Zeppelin, Guns and Roses, etc.).
Para la entrada en el pazo elegimos la canción de la cabecera de Juego de Tronos porque somos muy seguidores y nos parecía perfecta con el lugar, decorado, etc.

A partir del cocktail puso la música Tomás de Mas Music. La entrada a los salones la hicimos con Faith de George Michael (elección personal del novio).
Por último, como no podía ser de otra manera, el baile nupcial lo hicimos con la canción de Soldier of Love de The Beatles, pero la versión que hizo Pearl Jam (mi grupo favorito) en uno de sus directos más famosos.
***CRÉDITOS***
Fotografía: Óscar Companioni | Vestido de novia: Marco&María comprado en la boutique Bride&Guest (Santiago de Compostela) | Tocado: Alial Millinery | Zapatos novia: Intropia | Peluquería y maquillaje: Silvia Candame | Alianzas y Anillo de compromiso: Sansoeurs | Floristería: Verdelar | Traje y complementos del novio: Hugo Boss | Lugar celebración: Pazo de San Tirso | Cátering: Boketé | Música Iglesia y Cócktail: Grupo de Cámara Minuetto | Música baile: Más Music